Como en cualquier relación, hay momentos en que es difícil comunicarse sin discutir, no todo se soluciona con “quererse”. A veces ya no hay tiempo para un “nosotros”, y es muy difícil mantener el equilibrio entre la confianza, pasión e intimidad y compromiso. Requiere de un gran esfuerzo.
Problemas de comunicación, mala convivencia, falta de deseo sexual, baja implicación por una de las partes, discrepancias en la educación de los hijos, alguna enfermedad crónica, celos, etc, son entre otros los motivos de consulta más habituales en terapia.
Mayor probabilidad de éxito, cuanto antes se acuda a terapia a resolver el conflicto.